EL FAROL DE LA ESQUINA "HISTORIA LOCAL - OBJETOS PATRIMONIALES" (Por: Amador de Jesús Durán Torres).
EL FAROL DE LA ESQUINA
Por: Amador de Jesús Durán Torres (2018)
CRONISTA COMUNAL DEL CENTRO NACIONAL DE HISTORIA DE VENEZUELA
CRONISTA COMUNAL DEL CENTRO NACIONAL DE HISTORIA DE VENEZUELA
Los faroles en la
historia de todo los pueblos y ciudades del mundo perduran
manteniendo como objetivo, además de iluminar, decorar los ambientes
y darles sobriedad a los sitios donde son emplazados, tales como: parques, plazas, calles, teatros, avenidas, con diferentes formas y
tamaños, es por eso que se debe reconocer a los faroles como objetos
de trascendencia histórica, representativa desde la colonia hasta
estos días, dando luz y magia en lugares públicos, también como
inspiración a pintores poetas y compositores.
Los actuales faroles
que quedan han sobrevivido al maltrato y falta de mantenimiento,
además, la mayoría sin bombillos, destrozados y abandonados. Se
podría hacer campañas para rescatarlos, poniéndolos en función
nuevamente ya que los faroles son atractivos y combinan esas fachadas
que en su mayoría tiene los cascos centrales y calles coloniales de
las poblaciones
En muy pocos lugares
quedan rastros de los faroles que antes hubo, por lo general quedan
sólo los ganchos donde colgaban. En la foto los restos de un farol
en la calle César Zumeta de El Consejo.
Con información obtenida por los testimonios de personas de mayor edad del pueblo y los poquísimos remanentes de los faroles que han permanecido, he representado con manchas amarillas en el siguiente plano, un aproximado de donde estaban los faroles en El Consejo del Mamón de comienzos de siglo. Serían éstos los lugares iluminados por el conjunto de faroles de la población.
Para entonces las
calles Bolívar, Sucre y César Zumeta eran privilegiadas por tener
iluminación.
La calle Bolívar sólo desde El Vigía (conocido hoy
como El Nido o Cantasapo) hasta La Parrilla (donde estaba el
cementerio) por ser ésta la carretera Panamericana, según comenta
Nito Torres a quien se lo contó Inés Torres, su papá.
Los faroles eran de
hierro forjado, como la pieza de la foto de abajo, que poseo desde
hace años.
Los estudiantes de un liceo, cuado pasaban por debajo,
saltaban y golpeaban el gancho para sacarlo del sitio donde colgaba,
hasta que uno de tantos días lo encontré tirado en el piso, lo
recogí y desde entonces lo conservo como reliquia. Pienso que tengo
en mis manos un objeto muy interesante, tiene su forma original en "S" y como decoración hojas con arabescos en hierro retorcido.
Tengo la impresión de tener en mis manos un objeto que para muchos es simplemente un trozo de hierro oxidado, que sólo tiene forma de "S" pero significa mucho, ya que procede de tiempos pasados y han pasado muchas cosas por debajo de sus pies. ¿Cuántas décadas?, ¿Cuántas personas?, ¿Cuántos amores?, ¡Tantos sucesos que pasaron durante el uso de este objeto tan valioso e histórico!.
La procedencia de la
mayoría de los faroles es de España ya que para la época no
existían talleres donde manipularan el hierro forjado. Como sucedió
con la iglesia local original, la que, se dice, fue traída ladrillo
por ladrillo desde España para formar las grandes columnas, entrando
al país por Puerto Cabello luego en carreta hasta la población de
El Consejo atravesando Maracay, San Mateo y La Victoria.
Algunas anécdotas con faroles
En los comienzos del
siglo XX, en pleno mandato del General Juan Vicente Gómez, un farol
en la esquina de la plaza Miranda de la población de El Consejo,
estado Aragua, por muchas décadas, allí en ese sitio pasaron muchas
cosas, como lo cuenta Nito Torres, Cuenta de la llegada de unos
emigrantes en la época, una familia de italianos muy católicos con
una niña de quince años llamada Elena y varios hermanos mayores que
la cuidaban con mucho afán.
Inés Torres,
agricultor criollo de la zona, joven de veinte años, pretendía a
Elena a escondidas de sus hermanos. Un domingo bien temprano antes
del amanecer, Elena se detuvo en la esquina para observar como
apagaban el farol, ya salía el sol y estaba a punto de comenzar la
misa. Inés llega en ese momento, le agarra la mano y se la besa
diciéndole que se tenía que fugar con él esa misma noche porque
por haberla besado en la mano ya había quedado preñada, no había
marcha atrás. Elena sorprendida, con el corazón en la boca,
asustada, por su inocencia accedió.
Los padres de Elena cuando se enteraron de la huída de Elena colocaron en su casa cortinas blancas amarradas con cintas negras como en los funerales, para sus padres ella, por fugarse con un trigueño criollo, Elena había muerto.
Los padres de Elena cuando se enteraron de la huída de Elena colocaron en su casa cortinas blancas amarradas con cintas negras como en los funerales, para sus padres ella, por fugarse con un trigueño criollo, Elena había muerto.
Este farol era uno de
los más frecuentados y también temido por los habitantes según
cuenta Dominga Bolívar de González de 84 años, nativa de El
Consejo. Cuenta ella que bajando la plaza Miranda por las noches
aparecía la sayona llorando y desaparecía en la esquina donde
colgaba el faro, era el limite de llegada para los que creían.
Los faroles son para
dar luz, iluminar el espacio, además en el caso de los de El Consejo
también decoraban las calles. Por lo general colgaban de las paredes
y sobre todo en las esquinas con escasa luz, en las que aparecían
fantasmas.
Todo los días, sin
faltar nunca, a las 6am y 6pm ocurría tanto el encendido como el
apagado de los faroles. Esa función estaba a cargo de un funcionario
municipal específico.
Algunos de estos faroles funcionaban con carburo pero la mayoría usaban el kerosén cono combustible, dado que el proceso con el carburo requiere más trabajo e implicaba más riesgos, por eso era menos utilizado.
Algunos de estos faroles funcionaban con carburo pero la mayoría usaban el kerosén cono combustible, dado que el proceso con el carburo requiere más trabajo e implicaba más riesgos, por eso era menos utilizado.
Faroles románticos
Los cuentos de faroles son escasos porque ya no existe quien hable de este tema. Imagino las calles del pueblo en esa época por las noches con la luz de luna llena y la luz del farol, tranquilo sereno y romántico, un contraste verdaderamente hermoso.
El farol de la esquina
decoró la plaza Miranda además de dar su luz, fue encendido y
apagado cada noche, hasta que cayó en desuso y tiempo después sólo
quedaron los ganchos donde colgaba. La magia que envuelve esta
esquina estaba en el farol, hay que construirlo de nuevo con el mismo
material y forma original con la idea que las nuevas generaciones
conozcan el proceso de encenderlo y apagarlo, incluso el
mantenimiento que se les daba.
Los faroles en la
historia de todo los pueblos y ciudades del mundo perduran
manteniendo un objetivo además de iluminar: decorar los ambientes
dando sobriedad a los sitios como plazas, calles, teatros, avenidas,
con diferentes formas y tamaños, es por eso que se debe reconocer a
los faroles como objetos de trascendencia histórica representativa,
desde la colonia hasta estos días, dando luz y magia a lugares
públicos, también como inspiración de pintores, poetas y
compositores.
Cae la tarde con el sereno
enciende el farol
y te paseas con tu blusa de flores
por la esquina de la plaza,
llenando mi vista de placer,
encantas al corazón con emoción
del fugaz momento.
enciende el farol
y te paseas con tu blusa de flores
por la esquina de la plaza,
llenando mi vista de placer,
encantas al corazón con emoción
del fugaz momento.
Espectáculo de color
tú, el farol y el sepia.
tú, el farol y el sepia.
A la tenue luz del farol,
brillan tus pómulos en alegría y vida,
en piel canela y rosa
de fresco contraste.
brillan tus pómulos en alegría y vida,
en piel canela y rosa
de fresco contraste.
Es fascinante imaginar
la presencia de estos hermosos faroles en esa época, la verdad que
sería un atractivo colocar de nuevo estos faroles por todo el
pueblo.
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