LAS ÑAPAS DE RUBRO Y PAPELÓN "HISTORIA LOCAL" (Por: José Javier Durán Romero)

LAS ÑAPAS DE RUBRO Y PAPELÓN

JOSE JAVIER DURAN R. (2008)

CRONISTA OFICIAL DEL MUNICIPIO JOSE RAFAEL REVENGA-ESTADO ARAGUA -VENEZUELA

CRONISTA COMUNAL DEL CENTRO NACIONAL DE HISTORIA DE VENEZUELA

REV.-2022

Continuando con la recopilación de información para fortalecer la historia local, preguntado y conversando por largo rato con los adultos mayores del pueblo de El Consejo y del municipio en cuestión.

En varias oportunidades, me han socializado su vínculo directo con los Pulperos y comerciantes de bodegas y abastos, que durante siglos han hecho vida y construido con su aporte como prestadores de servicios, al desarrollo y sostén de la comunidad.

Porque cuando han de referirse a algo o alguien, siempre dan descripción especifica. Cuando se trata de un personaje lo definen con su nombre propio o apodo, apellido de familia, profesión u oficio y normalmente lo vinculan en un espacio específico de la comunidad; que por lo general era: una esquina, negocio, quebrada o río, algún árbol, plaza o plazoleta, etc.

Todo dependiendo a que se quería dar ubicación o coordenadas para esta claros de quien o de que se estaba refiriendo. En muchas ocasiones y por lo general, se tenía como referencia los comercios como por ejemplo: - “allá en la esquina de Tomas Padrón el de la bodega, sallí al ladito vive la familia Ferray “. También, - “…si, en la calle Bolívar donde quedaba la panadería Santa Ana”, “…cerca del Estadio, donde el botiquín de Antonio Sánchez”, “en la vuelta de la Ceiba esta la bodega de Trabuco…”, “en la esquina de la Trama del difunto Euclides Basabe…”, “en la esquina de la bodega del colombiano en El Conde”. Y así, infinidades de puntos de referencias para señalar la ubicación exacta de algún lugar, persona o casa de familia.

Gran parte de estas ubicaciones, en su mayoría coinciden con los abastos, pulperías y botiquines, de los cuales considero que a cada uno hay que crearle su historia, porque de verdad tiene particularmente muchas anécdotas que contarnos.

Una de esas anécdotas que me causo gran curiosidad fueron las ÑAPAS, que se daban a clientes, o simplemente como cortesía del dueño del negocio para atraer más compradores. En su concepto literario se define Ñapa como: “Gratificación pequeña con que se recompensa un servicio eventual” o “Cantidad de dinero que se da voluntariamente para agradecer un servicio”. Para mi punto de vista esta definición es contraria a lo que se usa en el argot popular. Porque en su concepto original es al prestador del servicio a quien se le da la gratificación, pero en la práctica real es el pulpero, bodeguero o cantinero, quien da el agradecimiento con un poco más del producto comprado, para mantener las relaciones comerciales con su cliente y su vínculo de amistad.

Me cuentan los viejitos y viejitas del pueblo, que cuando eran muchachos se peleaban por ir hacer el mandado, ya que sabían que el bodeguero o pulpero los iba a recompensar con alguna ñapa.

En el caso de que los mandaran a compra kerosene, llegaba el muchach@ con un recipiente o Pimpina a la bodega y decía al despachador@: - “señor, que mando a decir mi abuela que le vendiera un Real de kerosene…”. Por lo general el despachador@ tenía otro recipiente tipo vaso que cargaba aproximadamente un litro, este lo llenaba de kerosene y lo vertía en el recipiente o pimpina que traía el muchach@, siempre y no me digan que no, el vaso donde lo servían tenía un hueco pequeño o nunca lo llenaban completo, cuestión que al vaciarlo en el recipiente siempre le faltaba un poco para llenarse. Era allí, donde el muchach@ avispado decía: -“señor, a eso le falta y mi abuela me va a regañar, échele la ñapa para completarlo…”, y así lo hacia el despachador@, lo completaba con un poco más y le decía: -“ahí ta’ mijo, con ñapa y to’ …”, el muchacho contento le contestaba: -“¡ah gracias!, pero también me dijo mi mamá que le fie Real y Medio de mortadela…”, el bodeguero no muy contento se la servía pero refunfuñando decía: - “ ¡otro fiaooo!, ya la lista de tu mamá va larga mijo…”. El muchacho rapidamente repicaba: -“bueno yo no se nada de eso, pero a mí me da mi ñapa de mortadela patrón…”. El bodeguero sacaba su “Comemango”, cortaba la mortadela, la pesaba, la envolvía y le daba una rodaja pequeña al muchacho como ñapa, y decía: -“le dices a tu mamá que se acuerde que la lista va larga…”.

En otras ocasiones le mandaban a la niña de la casa hacer otra compra al abasto, la niña llegaba donde el portugués y con cara inocente decía: -“portu, que dijo mi papá que le vendieras un bolívar de queso, un real de mantequilla y medio papelón…”, el portugués casi siempre todo lo daba justo, muy poco daba ñapa, pero la niña también tenía su táctica para pedir su recompensa por los mandados que ella hacía. Ponía su carita de muchach@ queriendo dulce, a el portus se le arrugaba el corazón, picaba su queso lo pesaba, con una cuchara grande cogía unas tres porciones de mantequilla y agarraba un papelón de esos gigantes tipo cono como se hacían antes, lo partía a la mitad y los pedacitos que se caían al mostrador se los daba a la niña como ñapa, ¡que felicidad para esa niña…!. Era como cuando ahora le dan a un niñ@ una chupeta, los ojos se le ponían como paraparas ¡grandes y brillosos!.

Para las personas mayores que eran clientes del abasto o pulpería, también tenían su modo de complacerlos. Cuando llegaba un caballero la pulpería cansado de la faena de trabajo solicitando su pedido al despachador, le sacaban en un saco pequeño con lo acordado: dos bolívares de Café, un real de Sal, una botella de Manteca, tres reales de mái pa’pila’, y media carterita de Ron. El hombre verificando lo que traía el saco dice: -“¡epa cuñao’ aquí le falta algo…!”, “…¡ah vaina sí!, y ¿Qué será compa?”, el cliente: - “los dos bolívares de Tabaco en Rama cuñao’…”, el bodeguero constesta: - “¡carajo chico, si es verdad…!”. Sacaba de debajo del mostrador un rollo grande, lo desenvolvía y en ese instante el olor a añejo impregnaba el lugar que provocaba no mascarlo sino comerlo, media a cálculo de vista el trozo de tabaco a vender y lo cortaba con la misma “Comemango” que cortaba la mortadela. El cliente deleitado con los olores del Tabaco en Rama le decía al bodeguero: -“¡cuñao’, eso es muy poco pa’ dos bolívares, deme mi ñapa…!. El bodeguero sabiendo que era un excelente cliente y un fiel pagador, marcaba en el tabaco dos dedos y cortaba la ñapa.

En cambio en las cantinas o botiquines, la ñapa se relacionaba con las bebidas espirituosas o alcohólicas. Por las tardes o generalmente los fines de semana se reunían en un Bar o Cantina (La Trama, El Monte Grapa, donde Antonio Sánchez, La Viuda, Miranday, la Bodega de Tomas Padrón, Bodega de Trabuco, La Chiva Negra, por nombrar algunas), los amigos a libar un rato, jugar bajara, domino, echar cuentos, oír música de una vieja Rockola; cantar o simplemente para ahogar las penas.

Por largo tiempo y hasta altas horas de la noche duraba abierto el negocio, los ya pasados de tragos muchos por voluntad propia le decían al cantinero con voz ebria y alegre: -“compañero hasta aquí me trajo el río…, deme el del estribo que me tengo que ir pero con ñapa por favor…”. El despachador lo complacía con su trago solicitado y le daba un poco más como ñapa y comentaba: - “bueno compa, váyase poco a poco y sin apuro que ya es tarde para andar porai…”. El cantinero viendo lo tarde que es comienza a cerrar el negocio y les va diciendo a los que todavía juegan y toman lo siguiente: - “queridos amigos fue un placer por hoy, pero nos vamos, mañana será otro día, les agradezco y vallan desalojando el negocio…”. Algunos ya borrachos e impertinentes comentan: - “ yo no me voy de aquí si no me dan mi ñapa que pa’ eso pague y tome toda la noche…”, el cantinero ya cansado y para no entrar en discusión les complace diciendo: - “bueno está bien pero mañana no hay ñapa me van a quebrar el negocio…”.

Son muchas las formas que durante siglos de ha usado para pedir ñapas, creo que cada persona que tenga edad suficiente, pueda recordar su anécdota vivida referente a esta peculiar solicitud de un poco más de Rubro. La dejo a sus memorias, y cuando puedan, quedará abierta esta historia, al igual que todas las historias locales que hemos construido, para que ustedes le hagan sus aportes y así construir la memoria de este municipio en colectivo y de construcción permanente. Sus aportes serán para nosotros las ñapas de viejas pero emotivas vivencias, que llevan atesoradas en sus recuerdos…

Con profundo respeto a todos los prestadores de servicios de este humilde municipio, que por su gran y gentil corazón, siempre dieron y seguirán dando su ñapa…

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CALENDADARIO DE ACTIVIDADES MUNICIPALES

José Javier Durán Romero
Cronista Oficial del municipio José Rafael Revenga - estado Aragua - Venezuela
Cronista Comunal del Centro Nacional de Estudios Histoticos de Venezuela

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